
Llega agosto, y con ello llegan las vacaciones para muchas familias españolas, ese momento tan esperado para desconectar del trabajo, salir de la rutina y disfrutar con la familia o amistades. Pero, ¿qué pasa cuando el “descanso” termina siendo solo para algunos? Spoiler: en muchas casas, las mujeres siguen cargando con la mayoría de las tareas domésticas, incluso en vacaciones.
La realidad de la corresponsabilidad en vacaciones
Aunque estemos fuera de casa, las tareas no desaparecen: alguien tiene que planear qué vamos a comer, quién lleva la ropa de cada uno, quién se encarga de limpiar después de cada comida o de mantener a los niños entretenidos. Y muchas veces, sin que nadie lo diga, estas responsabilidades terminan cayendo más sobre las mujeres.
¿Sabías que según el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2022), las mujeres en España dedican más del doble de tiempo que los hombres a tareas domésticas y de cuidado? Exacto, ellas pasan más de 3 horas diarias en estas labores, mientras que los hombres dedican alrededor de 1 hora y media. Esto no cambia mucho en vacaciones. Así que, aunque estés en la playa o en la montaña, la carga mental y física sigue ahí, es decir, se sigue haciendo lo mismo cambiando la ubicación.
¿Por qué importa repartir las tareas?
Porque vacaciones debería ser sinónimo de descanso para todos los miembros de la familia. Cuando una sola persona se encarga de todo, se acaba agotando y estresando, y no disfruta realmente del tiempo libre. Además, repartir las tareas es una forma de practicar la igualdad en la vida cotidiana y romper con esos roles de “quién cuida” y “quién se encarga del resto”.
El Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE, 2023) también lo tiene claro: la corresponsabilidad es clave para que hombres y mujeres puedan disfrutar por igual del ocio y del tiempo libre.
Consejos para unas vacaciones realmente en equipo
- Planificad de manera conjunta: desde reservar el alojamiento hasta organizar quién se encarga de las comidas y las actividades. (Sí, el decidir dónde ir, escoger alojamiento, transporte, … también es una carga mental)
- Repartid las tareas del día a día: que no solo una persona cocine, limpie o cuide a los/as hijos/as. Que todos los miembros de la familia tengan su parte.
- Comunicaros: una charla al final del día ayuda a ajustar lo que funciona y lo que no. Eso sí, sin reproches, con ganas de mejorar.
- Pensad en el descanso de verdad: no se trata de hacer todo el trabajo, sino de compartirlo para que podáis relajaros.
- Dejad lugar a la improvisación: no es necesario planificar absolutamente las 24 horas del día, dejar lugar a planes improvisados y espontáneos.
En Data Consulting apostamos por la igualdad y la corresponsabilidad. Creemos que entender los datos sobre quién hace qué en casa es el primer paso para cambiar las cosas. Y con la ayuda de la tecnología, planificar y repartir las tareas puede ser mucho más sencillo y justo.






