Fue el 20 de diciembre de 2012, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 6 de febrero como un día para concienciar y unir a toda la población mundial contra una práctica aberrante que pone en peligro la integridad física y psicológica de millones de mujeres y niñas en el mundo. Estamos hablando de la mutilación genital femenina, una práctica a la que, se calcula, se han visto sometidas más de 200 millones de mujeres de niñas y mujeres. Actualmente, se mutilan los genitales a 3 millones de niñas al año, lo cual supone una cifra alarmante dado que estamos hablando de una “costumbre” que supone una violación de los Derechos Humanos, y que supone uno de los actos más inhumanos de violencia basada en el género que se pueden cometer en el mundo.

Los países más afectados por este hecho son Gambia (56%), Mauritania (54%) e Indonesia, donde, aproximadamente la mitad de las niñas de 11 años han sufrido esta práctica. No obstante, esta práctica también está presente en 29 países de África y Oriente medio, siendo un problema universal, ya que también está extendida en ciertos países de Asia y América Latina, persistiendo también en ciertas poblaciones emigrantes residentes en Europa Occidental, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda.

Para conseguir erradicar esta terrible práctica, es necesaria una gran concienciación sobre los derechos humanos, la igualdad, la educación sexual y la atención a las víctimas de mutilación genital femenina, no sólo a las mujeres y niñas que se han visto afectadas, sino a toda la población mundial.

Es por este motivo, que las Naciones Unidas están luchando para la erradicación plena para el año 2030, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.

Así mismo, la ONG Mundo Cooperante lleva desde hace años apoyando la erradicación de esta práctica, así como la eliminación del matrimonio forzoso y otras terribles prácticas que afectan a mujeres y niñas, impulsando la campaña PULSERAS MASAI. Esta campaña permite el desarrollo de nuevos proyectos dirigidos a erradicar la violencia sobre las niñas, así como el empoderamiento de las mujeres que se han negado a seguir con esta práctica.

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